martes, 22 de mayo de 2012

Olvidar

Sentada en el escalón de unas galerías, mirando el mar. Escuchando el ruido de los coches al pasar que, ajetreando el aire consigue revolver mis cabellos. Las luces rojas allá, en el horizonte, indican que el día  18 de mayo de 2012 finaliza para siempre. En mi cuerpo parado empieza a penetrar el frío, llegando a hasta los huesos. Me resisto a levantarme y marcharme, he huido y no quiero volver. Nadie sabe que estoy aquí, y eso es lo que mas me gusta de la situación, que absolutamente nadir me persigue. El miedo a que me descubran me inquieta, hace que vigile todos los movimientos de mi alrededor, pero consigue quitarme el enfado y la tristeza de dentro. Consigue distraerme y hacerme
 olvidar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario